Una pregunta que puede ser muy poderosa si profundizamos en este mundo en el que vivimos y encontramos grandes necesidades a todos los niveles. Suena, más que un cuestionamiento, una reflexión por entender en dónde estamos como seres humanos y como empresas.
Pareciera que en estos momentos y después de un evento catalítico como fue la pandemia, nos hiciera ser más sensibles y proactivos en las necesidades de los demás. En muchas formas, esto no lo es, y queda en la conciencia de nuestro liderazgo cotidiano el cuestionamiento.
Recientemente participé en una reunión de la Red Bmx con gente maravillosa de más de 50 oficinas del país que se dedican a rescatan principalmente alimento, organizarlo y donarlo a círculos vulnerables, y personas en situación de inseguridad alimentaria.
Ver que más allá de ser una Red que se da soporte entre sí, encontré gente que, sin importar su condición personal y profesional, creen en que el mundo puede ser mejor. Su convicción, su trabajo y sobre todo sus ganas por ayudar a los demás, te contagian para buscar tu propia senda de ayuda y fortalecer su causa con ellos o paralelamente.
Y, ¿por dónde empezar?
Es la pregunta que retumbaba en mi cabeza como una gran palpitación de un corazón que se llenaba de esperanza y ganas de ser parte de ese gran movimiento. Pensaba, ¿por qué no también las marcas, las empresas, las personas, etc.? ¿Cómo contagiar a los demás y como hacernos visibles para que ese contagio se vuelva inspiración?
En este cuestionamiento, surgieron algunos puntos de donde podemos empezar con desarrollar una gran inspiración en los demás:
- Encuentra una causa, una causa que te motive, que sea adhoc a ti y tu forma de sentir de pensar.
- Piensa como enseñar a crecer, vuélvete un líder que inspira no solo a las personas, a las empresas y otros líderes que trabajan contigo y en la acera de enfrente.
- Diseña un plan que no sea solo una vez, es decir, las empresas, las personas, todos, no es ayudar una sola vez, es crear conciencia de que día a día podemos ayudar a más y más gente.
- Además de ayudar, dona, no importa cuánto, una gota constante puede perforar cualquier material.
- Genera un compromiso, con tu oficina, con los demás, pero más importante, contigo mismo.
- Participa en su construcción con tus habilidades, utiliza lo que sabes hacer para que los demás se contagien desde tu trinchera, y se haga más sólida la causa de ayudar a los demás.
- También dona tu tiempo, indudablemente tu ángel, tu idea, tu forma de ser, inspirará a los demás y querer ser como tú.
- Busca que alguien más ayude, contagia a los demás, busca oportunidades, empresas, personas que no conocen la causa, si todas las personas se unieran, el mundo sería otro.
- Crea un verdadero liderazgo, un liderazgo orientado a cambiar para bien la vida de los demás, entender sus necesidades y como líder, luchar junto con ellos para ayudarlos a crecer, a transformarse y a dejar una magnifica huella de bienestar en los demás.
Estos son algunos detonadores que nos despierten y nos obliguen a buscar ayudar a los demás. Y poder seguir buscando más, sin embargo, me gustaría quedarme con la reflexión básica, sobre lo que hemos hecho como personas, como profesionales, como empresas, como sociedad. Y cada uno al leer esta columna, sabrá en donde está parado como tal.
Por otro lado, me parece que, como parte de este mundo de los negocios, del marketing, de la comunicación, etc. Tenemos mucho por ayudar, donar no es suficiente, crear un compromiso con las personas, las marcas y las empresas es mucho más poderoso.
Y nosotros, como las marcas, las empresas, nos debemos en cierta manera a ellos y debemos responder al cariño tan grande y a la fidelización que de muchas maneras han demostrado a través de los años.
Por lo cual, en un mundo cada día más empático y orientado a cuidar y proteger, deberíamos unirnos a instituciones como la RedBmx y otras que, de una manera desinteresada, buscan el bien común y fortalecer un país que necesita la ayuda de todos en muchas formas y de muchas maneras.
Al final de todo esto, vivimos de la imagen que proyectamos a los demás, y esa imagen siempre, será la que motive y detone comportamientos de los demás hacia nosotros, por lo cual, siendo coherentes y empáticos al mundo que vivimos, nos hará más relevantes, en sus mentes, en sus corazones, y esto último, es la entrada a la razón del ser humano.
Los invito a ayudar, los invito a ver un poco más por los demás y ser parte de cualquier causa que ayude a cambiar el mundo, al final hablará bien de nosotros, y de la imagen que proyectamos.
Y tú, ¿cómo construyes tu imagen?